Los productos ecológicos o biológicos están cultivados sin transgénicos, pesticidas, fertilizantes químicos ni plaguicidas. Tienen el sabor natural del producto, porque no contienen sustancias artificiales ni tóxicas. Así el producto ecológico contiene el máximo de minerales, vitaminas y nutrientes. No contienen conservantes artificiales ni aditivos químicos. Son más sanos y nutritivos. Tienen valores nutricionales más altos y contienen el doble de antioxidantes, por lo tanto, son mejores para nuestra salud.
La agricultura ecológica fertiliza la tierra y frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos; mantiene el hábitat de los animales silvestres; respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los ecosistemas.
Los animales son tratados con respeto, sin la adición de productos de engorde, ni productos artificiales para conseguir una mayor producción. No necesitan medicina preventiva, porque enferman mucho menos que los no ecológicos.
En definitiva, nos gustan los productos ecológicos porque nos gusta la vida. Nosotros no necesitamos más razones, ¿y tú?
